Advierten que las grandes petroleras y la industria del plástico engañaron a los consumidores durante décadas y provocaron la crisis de los residuos plásticos.
¿Por qué el reciclado “está de moda” desde hace algunas décadas, mientras que la reducción y la reutilización no recibieron la misma importancia? En un reciente informe titulado The Fraud of Plastic Recycling (El fraude del reciclado de plástico), el Center for Climate Integrity (CCI) responsabiliza a las grandes petroleras y la industria del plástico de uno de los mayores engaños cometidos hacia los consumidores y los gobiernos.
Además de advertir que la contaminación por plásticos es una de las crisis ambientales más graves que enfrenta el mundo actualmente, el informe señala que “la base de esta crisis de residuos plásticos es una campaña de fraude y engaño que lleva décadas sobre el
reciclabilidad de los plásticos”.
Desde el Center for Climate Integrity agregan: “A pesar de su conocimiento de larga data de que reciclar plástico no es ni técnica ni económicamente viable, las empresas petroquímicas –de forma independiente y a través de sus asociaciones comerciales y grupos de presión– se han involucrado en un marketing fraudulento y en campañas de educación pública diseñadas para engañar al público sobre la viabilidad del reciclaje de plástico como solución a los residuos plásticos”.
Según denunciaron, esos esfuerzos han protegido y ampliado efectivamente el mercado del plástico, al tiempo que paralizó la acción legislativa o regulatoria que podría haber abordado de manera significativa la contaminación y los residuos plásticos.
Algunas de las mayores empresas de petróleo y gas se encuentran entre las 20 empresas petroquímicas responsables de más de la mitad de todos los plásticos de un solo uso generados a nivel mundial.
“Las empresas de combustibles fósiles y otras petroquímicas han utilizado la falsa promesa del reciclaje del plástico para aumentar exponencialmente la producción de plástico virgen en las últimas seis décadas, creando y perpetuando la crisis mundial de residuos plásticos e imponiendo importantes costos para las comunidades que deben pagar las consecuencias”, afirman en el informe que lleva las firmas del investigador Davis Allen y las abogadas Naomi Spoelman, Chelsea Linsley y Alyssa Johl.
Los expertos consideran que sólo una verdadera rendición de cuentas pondrá fin al fraude de la industria respecto del reciclaje de plástico y “abrirá la puerta a soluciones reales a la crisis de los residuos plásticos que actualmente está fuera de control”.
A la hora de exponer la gravedad del problema, los expertos indican que más del 99% de los plásticos se producen a partir de combustibles fósiles. La gran mayoría de esos plásticos no se pueden “reciclar”, lo que significa que no se pueden recolectar, procesar ni remanufacturar para convertirlos en nuevos productos.
“En 2021, la tasa de reciclaje de plástico en Estados Unidos se estimó sólo entre el 5% y el 6%. A pesar de décadas de promesas de la industria, el reciclaje de plástico no se ha hecho realidad debido a limitaciones técnicas y económicas bien conocidas”, añadieron.
Se estima que los seres humanos ingerimos hasta 5 gramos o el equivalente a una tarjeta de crédito de plástico por semana.
Y la campaña fraudulenta que revelaron desde el CCI no sólo tiene como víctima a los consumidores: “La gestión y la limpieza de los residuos plásticos corren en gran medida a cargo de los gobiernos municipales y estatales, y se prevé que esos costos aumenten exponencialmente en las próximas décadas” por el aumento que habrá en la generación de residuos plásticos.
“Si no fuera por las mentiras y engaños de las grandes petroleras y la industria del plástico, los municipios y Estados no habrían invertido en programas e instalaciones de reciclaje de plástico, muchos de los cuales han cerrado debido a pérdidas económicas previsibles. La industria no sólo engañó a los municipios y agencias estatales para que creyeran que el reciclaje de plástico era una solución viable para los desechos plásticos, sino que también los disuadió de seguir otras estrategias de gestión de residuos más sostenibles, como la reducción de residuos, la reutilización, las prohibiciones y los materiales alternativos”, cerraron.
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