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Beneficios del sauco: un berry exótico pero aliado



Una mano con una lata de kombucha saliendo de las flores de sauco
Slug Club Flores de Sauco

Hay un árbol muy alto que tiene bellas flores blancas y hojas caducas. Se llama sauco y sus diminutos frutos pueden ser poderosos aliados de la salud. ¿Los probaste?



Nativa de América del Sur, el sauco austral (Sambucus australis) habita los bosques altos y las praderas. Aunque solemos relacionarlo con la Patagonia, se lo puede encontrar en zonas templadas de la provincia de Buenos Aires (en los parques nacionales Campos del Tuyú y Ciervo de los Pantanos), en Santa Fe (PN Pre-Delta) y en Corrientes (PN Mburucuyá).


Esa especie está emparentada con la Sambucus nigra, nativa del continente europeo: ese es el sauco que conocemos en las latitudes patagónicas. Aunque es exótica, esta planta de flores blancas es considerada una verdadera aliada para la salud.


Se trata de un arbusto con propiedades terapéuticas que produce frutos (berries) de color rojo oscuro. Diversos investigadores han subrayado la utilización de sus frutas y flores para el desarrollo de nuevos ingredientes funcionales. Estudios del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas (Ipatec), por ejemplo, los beneficios del sauco han observado propiedades antivirales en extractos de sauco.


“El sauco crece en la Patagonia andina, aunque es originario de Europa. Con sus ramas huecas los antiguos griegos fabricaban un instrumento musical, una flauta, conocido como sambuké. De allí su nombre científico Sambucus, y como sus frutos son negruzcos, lo llamaron Sambucus nigra”, cuenta la médica naturista Sara Itkin.


Agrega que los frutos de sauco contienen flavonoides, provitamina A, vitamina C y demás biosustancias que hacen de ellos verdaderos aliados de la salud, fundamentalmente en estados de bajas defensas, catarros y resfríos. “Las antocianidinas contenidas en ellos ejercen una acción antineurítica, es decir, calman los dolores producidos por irritación de los nervios y se denominan neuralgias”, dice Itkin.



La planta de sauco puede alcanzar los 10 metros de alto, con una copa redondeada y densa. Su fruto es una drupa negra, de entre 6 y 8 mm de diámetro.

Fuente: SIB



Suma la experta que las flores blanquecinas del sauco hacen maravillas en pieles delicadas y castigadas: “Se realiza una infusión con ellas y posteriormente se aplican compresas tibias en la piel. Resultan también excelentes como colirio, aliviando ojos irritados. Son sudoríficas y depurativas, indicadas para mejorar estados febriles, alergias y enfermedades eruptivas bebiendo varias tazas de su té”.


En tanto, una reciente investigación realizada en China advierte que el fruto del sauco es rico en muchos compuestos bioactivos y presenta diversas funciones para la salud, cuyo conocimiento puede ser útil para su mejor utilización en la industria alimentaria. 


Las flores o bayas de sauco son ricas en flavonoides, antocianinas, polifenoles, polisacáridos pécticos y lectinas, responsables de su eficacia en el tratamiento de la gripe y el resfrío común.



Además de acentuar las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas, antigripales, antimicrobianas, antidiabéticas, protectoras cardiovasculares y neuroprotectoras del sauco, los expertos concluyen que tiene el potencial de convertirse en un alimentos funcional o nutracéutico para prevenir y tratar ciertas enfermedades crónicas.


En nuestro país también se analiza el desarrollo de ingredientes alimentarios con potencial antioxidante y antiobesidad a partir de residuos del procesamiento industrial de frutos de sauco. Se trata, en definitiva, de una planta exótica con múltiples beneficios para la salud. Al igual que otros foráneos como la rosa mosqueta, el sauco se destaca por su rica composición química.



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